Memoria, Verdad y Justicia
Al cumplirse 48 años del golpe de Estado genocida contra la clase trabajadora y el pueblo argentino, desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina reafirmamos nuestro compromiso por Memoria, Verdad y Justicia para las y los 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos.
El pueblo argentino y el movimiento obrero se preparan para movilizar este 24 en un contexto dramático.
Los ingresos y condiciones de vida de la inmensa mayoría de las y los trabajadores -registrados o de la economía popular, en actividad o jubilados- han sufrido un deterioro brutal con una rapidez pocas veces vista en nuestra historia.
Al mismo tiempo, se encuentran bajo ataque libertades democráticas fundamentales: nuestros derechos a la manifestación y la protesta, al ejercicio del derecho de huelga, a la estabilidad laboral y a la libre expresión e información, entre otros derechos laborales, sindicales y garantías constitucionales que costó muchos años conseguir.
En el corazón de esta ofensiva se encuentra la decisión política de quitarnos herramientas para luchar.
Buscar evitar que la clase trabajadora pueda enfrentar este programa económico de miseria planificada.
Mismo programa económico que implementó a sangre y fuego la Junta Militar con Martínez de Hoz: reducción salarial masiva, concentración de la riqueza, despidos y desocupación, derrumbe del consumo, éxodo de profesionales por la ‘racionalización’ de la economía, endeudamiento externo, achicamiento de todas las funciones creadoras y protectoras del Estado, obediencia ciega a las recetas del FMI, reinado de los oligopolios y de lo que se llamó en los 70s ‘nueva oligarquía especuladora’. Además, la desnacionalización de la banca, dominio extranjero del ahorro interno y el crédito, premio a las empresas que estafaron al Estado.
Y por eso la mayoría de los detenidos-desaparecidos fueron compañeras y compañeros activistas y dirigentes obreros.
Compañeras y compañeros trabajadores como los aceiteros de Molinos Avellaneda, propiedad de Bunge & Born, que fueron marcados por la patronal por haberse organizado para pelear contra la superexplotación en la fábrica.
Nuestras compañeras y compañeros aceiteros, y sus familiares, detenidos-desaparecidos allí son: Francisco Fernández, Rubén Mataboni, Eduardo Rosen, Roberto Ribolta, Héctor Vidal y su esposa María Inés Ávila, Humberto Dippólito, Juan Carlos Pasquarrosa, José Jacinto Pasquarrosa, Héctor Dadin Vasere, Avelino Freitas, José Luis Salazar, Carlos Robles, Alfredo Patiño, Carlos de Jesús Espíndola, Santos Ojeda, Ricardo Avelino Almaraz y su esposa Celia Arzamendia, Graciela Vitale, Juan Omar Durante, José Vega, Marcos Augusto Vázquez, Jorge Luis Gurrea, René Albornoz, su esposa Elba Noemí Musaschio y Paula Noemí Albornoz Musaschio, hija de ambos, quien fuera apropiada cuando tenía 6 meses de edad, luego de la desaparición de sus padres.
Compañeras y compañeros trabajadores como los aceiteros de Vicentin Avellaneda, Santa Fe. Como el compañero Oscar “Cacho” Zarza, detenido dentro de la planta bajo la total complicidad empresarial que habilitó las instalaciones al régimen para la represión ilegal.
Zarza fue apuntado por haber sido uno de los referentes obreros que luchó por la democratización del sindicato y por derechos laborales como el pago de horas extras, el descanso del “sábado inglés” y que la empresa disponga bebederos de agua, un comedor y ropa de trabajo.
Hoy desde un gobierno que vuelve a implementar como programa el empobrecimiento del pueblo argentino, se despliegan discursos negacionistas del terrorismo de Estado.
Reinvindican la impunidad para los genocidas de ayer mientras crecen las amenazas y la violencia.
Se mulplican los hechos represivos como los sufridos repetidamente ante el Congreso de la Nación, en el Cine Gaumont, en Córdoba, en Rosario, detenciones arbitrarias, amenazas y ataques a militantes de derechos humanos con el hecho gravísimo denunciado por H.I.J.O.S., censura, despidos y cierre de medios públicos y privados, aprietes en redes sociales llegando al ataque directo contra usuarios con patotas a sus domicilios. La lista sigue.
Tenemos que ejercer la memoria frente a quienes hoy quieren negar el pasado y reescribir esta historia, nuestra historia.
Memoria de nuestras compañeras y compañeros que nos antecedieron en este camino.
De la lucha que dieron para defender los derechos que hoy nos quieren volver a quitar.
Ya lo advertimos durante el proceso electoral de 2023: los que niegan genocidios, quieren repetirlos.
A 48 años del golpe genocida, reafirmamos nuestro compromiso junto al movimiento obrero argentino por la democracia, por la vigencia plena de todas las garantías constitucionales y los derechos laborales y sindicales, y por todas las compañeras y compañeros desaparecidos, reclamamos Memoria, Verdad y Justicia.
Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.