Historia

La gestión del General Juan Domingo Perón al frente de la secretaría de Trabajo y Previsión hizo que una sensación se adueñara del ánimo nacional: la de que el estado había tomado partido por los trabajadores. Esta idea se vio reforzada y materializada por las conquistas sociales que fueron surgiendo: jubilaciones generalizadas, aguinaldo, es decir, una legislación que protegía los derechos de los trabajadores; hogares para ancianos, policlínicos, una verdadera política de salud avalada por una red hospitalaria modelo en su época, tribunales de trabajo, ciudades de estudiantes y turismo social entre otros.

De ésta manera, poco a poco, se fueron formando los derechos del trabajador: a trabajar, a una retribución justa, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo, preservación de la salud, al bienestar, a la seguridad social, a la protección de la familia, al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales.

Sobre este escenario se fue formando lo que hoy se conoce como la FEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEL COMPLEJO INDUSTRIAL OLEAGINOSO, DESMOTADORES DE ALGODÓN Y AFINES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA. Y fue en el año 1950 cuando el Ministerio de Trabajo y Previsión le otorgó la personería gremial.

La figura de Perón

Cuando se analizan las dos primeras presidencias de Perón, un dato muy importante es la adhesión popular que lo rodeó. Esto se vio reflejado tanto en las votaciones como en multitudinarios actos públicos. Concretamente Perón mejoro los niveles de vida de la población, que desde 1944 experimento beneficios que antes nadie soñaba. Muchos de los testimonios de la vida de la Federación están ligados a la gran ayuda que recibieron por parte de Juan Domingo Perón como de su esposa Eva Duarte.

Justicia Laboral

Los años del gobierno peronista fueron fundamentales en materia de legislación social. Todo comenzó con la creación de un fuero especial para la atención de los litigios laborales. Esto significo que la vieja ley de despidos, 11.729, de los años 30, protegiera a un reducido grupo de empleados de comercio. Con el tiempo la justicia laboral amplió sus beneficios a todos los empleados y obreros de todas las actividades.

Este escenario hizo que la ley que reglamentaba las convenciones colectivas de trabajo reconociera la proletariado urbano se grado de evolución sindical y profesional. A modo de ejemplo, se puede señalar que a los sindicatos se les dio la facultad de legislar. A partir de este hecho, el país se alineaba entre los más modernos en la materia, aceptando que los convenios suscriptos por gremios y patrones, luego de la homologación por la autoridad de aplicación, constituyeran verdaderas leyes.

Los Inicios

El 8 de Marzo de 1942 un grupo de avanzados trabajadores de la provincia de chaco, toma la decisión de formar una organización obrera fabril que llamaron Unión Obreros Fabriles. La comisión, constituida por (Barrios – Secretario General, Rodríguez – Pro Secretario, Pilkvich – Tesorero, Petercka – Pro Tesorero, Gipupieda – Secretario de Actas y los Vocales: Ríos, Bogarín, García y Caso) se aboco a la tarea de estatuir los fines que persigue la unión. No son ni más ni menos que los que instauró el Gral. Perón: mejoramiento de los salarios y cumplimiento de las leyes obreras. Fue de esta forma como el 22 de Marzo se realiza la primera Asamblea General a la cual fueron invitados todos los obreros de la fabricas. Mansilla preside la sesión, propone que se eleve una memoranda al gobernador del territorio de Chaco con un petitorio para los patrones de las fábricas. En él se concentran tres puntos que consideraron de vital importancia:

  • Respeto a las leyes obreras comprendidas en la legislación del trabajo
  • Un aumento de 0.10 por hora general y seguro obrero en todos los establecimientos Fabriles

Fue así como la organización comenzó a tomar otro cáriz y los trabajadores desmotadores comenzaron a ser tenidos en cuenta. Una de las primeras medidas adoptadas fue la de nombrar a tres miembros de la comisión, para que representen al Sindicato en caso de controversia entre el patrón y el empleado.

La unión Obreros Fabriles, junto con los sindicatos Capital, Córdoba, Rosario, Esperanza, Reconquista, entre otros, fueron los que dieron el puntapié inicial para la formación de la federación. En un principio se reunían con el fin de poder encontrar la manera de nuclear a los sindicatos y poder estar amparados por la ley.

Luego de varias Asambleas en donde se pusieron a punto las mejoras que perseguían y los cargos que cada uno debía ocupar, el 29 de Octubre de 1947 se realizó el Primer congreso Nacional Aceitero de la Federación de obreros de la Industria Aceitera y afines del País. El encuentro de todos los Sindicatos adheridos se realiza una vez por año y en él se debaten los propósitos y objetivos que se intentan alcanzar y se analiza la gestión realizada en el año.

Entre sus objetivos se encuentran los de coordinar los esfuerzos de los Sindicatos, que agrupa en su seño, para poder defender sus intereses y mejorar las condiciones de vida económica y social de los obreros y empleados de la industria aceitera y desmotadora; representar a todos los trabajadores de la actividad antes los poderes públicos, los empleadores y las demás organizaciones sindicales e internacionales; vigilar el cumplimiento de los Derechos del trabajador, estudiar y planear ante los Poderes Públicos la adopción de medidas que beneficien las condiciones de vida y de trabajo de los obreros y empleados: la defensa por causas de accidentes en el trabajo. Esta organización asesora a todos los Sindicatos en la forma más conveniente y práctica, también tiene la función de asumir la defensa en casos de arbitrariedades y litigios suscitados por cuestiones de trabajo o causas que afecten la integridad o propósitos de la federación; fomentar en la forma más efectiva los conocimientos de la cooperación y el mutualismo; estudiar y establecer colonias de vacaciones, comedores infantiles, sanatorios, hospitales y todo otro servicio social que tienda a elevar la cultura, preservar la salud u mejorar el nivel socio-económico, moral y espiritual de los trabajadores; auspiciar y sostener un escuela de Capacitación Sindical y fomentar la creación de filiales en todas las localidades donde existan 30 o más obreros y empleados de la industria aceitera y afines.

Si bien todos los congresos son de suma importancia, hasta la fecha, uno de los más importantes fue el tercer Congreso Ordinario, realizado entre los días 26 y 30 de Septiembre de 1949, en el cual se resuelve integrar a la Federación a los EMPLEADOS DE LA INDUSTRIA ACEITERA Y AFINES. Es decir, a partir de ese momento pasó a denominarse FEDERACION DE OBREROS Y EMPLEADOS DE LA INDUSTRIA ACEITERA Y AFINES DEL PAIS.

Las preocupaciones de la federación

En sus principios la federación brindó apoyo incondicional a los dos planes quinquenales elaborados por el gobierno del general Juan Domingo Perón. Ambos estaban orientados hacia los trabajadores: mayor producción como base para el abaratamiento de los artículos de primera necesidad, garantías constitucionales de que gozarán los dirigentes sindicales, problemas sociales que abarca el plan y a todos los aspectos que harán más digna la vida de la clase trabajadora.

Por otro lado existían otro tipo de preocupaciones dentro del gremio.

Uno de ellos surgió de en año 1953. Se trataba del problema de la semilla. No llegaban a cubrir las necesidades de la industria, ya que era escasa la materia prima. Fue este uno de los puntos de partida para que la federación tomara las medidas necesarias a fin de solucionar en parte la dificultad por la que atravesaba la industria aceitera. En un primer término se logro el racionamiento equitativo de las semillas para que todas las fábricas pudiesen trabajar un tiempo prudencial.

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