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Reflexión, memoria y lucha

1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores

Viernes 1° de Mayo de 2015 | Compañeras y compañeros, queremos darles nuestro saludo fraternal en éste, nuestro día, el día internacional de los trabajadores. El 1º de Mayo no es un día festivo, es una jornada de reflexión, homenaje y conmemoración de la lucha de quienes recordamos como “los mártires de Chicago”, y de tantos otros que dieron tanto, hasta la vida, por defender nuestros derechos.

No es el día “del trabajo”, como plantean algunos que preferirían que se diluya o se olvide: es el día de la reivindicación de la dignidad y la lucha cotidiana de cada trabajador. Y es internacional, porque los compañeros que lo plantearon por primera vez querían que todos los trabajadores del mundo recordemos que estamos unidos por el solo hecho de pertenecer a la misma clase.

Las trabajadoras y los trabajadores aceiteros hemos obtenido una gran conquista en la última paritaria; que este feriado sea obligatorio, y que ni siquiera los compañeros del “cuarto turno”, que prestan servicio los feriados, tengan que hacerlo. Y se logró en la convicción de la importancia de que este día, como nos enseñó el compañero y maestro Horacio Zamboni, no era un feriado más para descansar. Es un día necesario para reflexionar, para analizar el contexto histórico, para hacer la autocrítica correspondiente y por sobre todas las cosas, para buscar los puntos en común para que la clase trabajadora se una en una sola lucha.

El origen de esta jornada se encuentra en el homenaje a los trabajadores que fueron procesados y ejecutados por su participación en la masiva huelga que se inició el 1º de Mayo de 1886, en la ciudad estadounidense de Chicago, reclamando la limitación de la jornada laboral de las 12, 14 horas de entonces, a ocho horas diarias. Se trató de una gran lucha del movimiento obrero a nivel internacional, y su conquista costó grandes sacrificios. Pasaron los años, las décadas, y la sucesión de ajustes y crisis nos acostumbraron a hacer horas extras para que el sueldo nos alcance un poco más, y naturalizamos jornadas de mucho más que ocho horas. Vale la pena recordar que la lucha por las ocho horas era por “las tres ocho”: las ocho horas laborales, las ocho horas de descanso y las ocho horas “para lo que nos dé la gana”, como decía un volante de aquel 1886.

Nuestra lucha por el Salario Mínimo, Vital y Móvil según su definición en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, incluye el que nuestra remuneración nos alcance, también, para el esparcimiento. Recordar la lucha de Chicago es tener presente que nuestra lucha es por el derecho a la vida digna de cada trabajador, y su familia, en todos los aspectos.

Compañeras y compañeros, este 1º de Mayo nos encuentra en medio de una nueva negociación paritaria, y si una cosa tenemos clara es que debemos estar dispuestos a dar la pelea colectiva por el Salario Mínimo, Vital y Móvil. Más que nunca, la definición va a estar en la firmeza, la voluntad y la capacidad de todos los compañeros, en la huelga nacional que comenzará el lunes 4 si no hay una respuesta a nuestro petitorio.

¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA, VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES, VIVA LA UNIDAD OBRERA!

Comisión Directiva

Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina

F.T.C.I.O.D y A.R.A.