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Compañero Horacio Zamboni

El 22 de agosto de 2012 nos dejó físicamente Horacio Zamboni, compañero que ayudó a la construcción de nuestra conciencia de clase, que fue fundamental para lograr todo lo que vino después. Y nos brindó herramientas esenciales para nuestra política sindical, como el ejercicio del derecho de huelga, la democracia sindical y la defensa del Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición en el artículo 14 Bis de la Constitución Nacional y en el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo.

Horacio Zamboni Web Alta Calidad

Horacio Zamboni leyendo la definición del Salario Mínimo Vital y Móvil del texto de la Ley de Contrato de Trabajo en el Primer Plenario de Delegados de la FTCIODyARA, año 2010.

Horacio Zamboni comenzó su camino junto a la clase trabajadora en la década del 60 en el sur de la Provincia de Santa Fe, en el Cordón Industrial de Rosario. Allí trabajó junto a los petroquímicos del SOEPU y los ceramistas, y fue parte de la construcción de la Intersindical Obrera. También asesoró a la histórica conducción de la Lista Marrón de la UOM Villa Constitución.

Los crecientes ataques de la represión estatal y paraestatal contra la militancia obrera y popular también lo tuvieron como objetivo: fue perseguido por la Triple A y fue encarcelado en 1974, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Gracias a la lucha de los trabajadores fue liberado, y se exilió el 2 de febrero de 1975, antes de que terminara de desatarse en toda su barbarie el terrorismo de Estado sobre nuestro pueblo.

Luego de la caída de la dictadura cívico-militar regresó para luchar nuevamente junto a petroquímicos, ceramistas y también bancarios. En los 90 se sumó a la Asesoría Jurídica de la CTA Nacional y, ya en el nuevo siglo, conoció a los obreros aceiteros de Rosario. Con ellos estableció una relación profunda, de la cual surgió este proyecto político sindical que seguimos construyendo cada día.

A aquellos compañeros trabajadores aceiteros que querían luchar contra un sistema que los oprimía, que había congelado los salarios durante más de diez años, Horacio les enseñó a usar las herramientas para la lucha, formándolos sobre sus derechos y los métodos para lograrlos. Como el ejercicio del derecho de huelga, la conciencia de clase, la formación permanente, la democracia sindical, y sobre todo, el Salario Mínimo Vital y Móvil, que pueda satisfacer en una jornada legal de trabajo las nueve necesidades, alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión, tal cual lo definen la Constitución Nacional en el artículo 14 Bis y la Ley de Contrato de Trabajo en su artículo 116.

Hoy continuamos el camino que empezamos junto a Horacio, enfrentando con organización, movilización y huelga a un gobierno que sólo sirve a los intereses del poder económico más concentrado y ataca una y otra vez los derechos de la clase trabajadora.

Ante las políticas patronales de individualismo, ajuste, desempleo, precarización y destrucción del contrato social que tantos compañeros y compañeros nos ha costado durante los últimos 100 años de lucha, defendemos una política obrera para enfrentar la crisis con Salarios Mínimos Vitales de acuerdo a su definición constitucional y legal, Comités Mixtos de Salud y Seguridad en el trabajo y eliminación del sistema de contratistas, para la vida digna de cada familia trabajadora, con pleno empleo y paritarias libres.

Hoy las compañeras y compañeros aceiteros y desmotadores recordamos a Horacio con emoción y sabiendo que la mejor manera de que esté presente es luchar por lo que tanto nos enseñó. Ese es nuestro homenaje. Y reafirmamos la solidaridad obrera que, como él decía, “es la garantía de la defensa de lo que hemos conseguido y la perspectiva luminosa de una vida más feliz para todos los trabajadores”.

Y como también nos dijo: “Un día, en la medida que sigamos adelante con la consigna del Salario Mínimo y Vital, todos van a querer ser como los aceiteros, o ya no importará si son los aceiteros, todos van a querer la justicia que garantiza la Constitución y que sólo se consigue con la movilización general y la unidad de los trabajadores”.

Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.