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A 47 años del golpe genocida

Este 24 de Marzo al cumplirse 47 años del golpe de Estado genocida contra la clase trabajadora y el pueblo argentino, desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina seguimos reclamando por Memoria, Verdad y Justicia para las y los 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos.

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En los años 70 se desplegó en la República Argentina un plan sistemático para reorganizar económicamente al país y disciplinar a la clase trabajadora.

Previo al golpe, las fuerzas represivas del Estado junto a las bandas paramilitares de la Triple A ya habían iniciado la represión ilegal contra el movimiento obrero.

El 24 de marzo de 1976 fue un punto de inflexión: el gobierno de facto de la Junta Militar tomó el gobierno e inició la aplicación del Terrorismo de Estado.

Lo hizo bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, que indicaba que las Fuerzas Armadas debían atacar a un “enemigo interno”. Y ese enemigo éramos nosotros: la clase trabajadora y el pueblo movilizado.

Decenas de miles de activistas sindicales, delegadas y delegados, dirigentes obreros, estudiantes fueron detenidos, martirizados, pasaron años como presos políticos o fueron desaparecidos.

Junto a esta política de Terror, la dictadura implementó normas que establecieron el congelamiento de la actividad gremial: suspendieron el derecho de huelga, las paritarias, las asambleas, congresos y elecciones, y eliminaron los fueros sindicales, junto a muchas conquistas laborales.

La complicidad empresarial no fue sólo de apoyo político y financiamiento del golpe. También armaron listas señalando a trabajadores y pusieron a disposición de la represión personal, vehículos y en algunos casos también las instalaciones para que funcionen como Centros Clandestinos de Detención. Entre los casos más conocidos están los de Mercedes Benz, Ford o el Ingenio Ledesma, cuyo propietario, Carlos Blaquier, recientemente murió impune gracias a la complicidad del Poder Judicial.

Pero también en nuestra actividad nuestras compañeras y compañeros trabajadores sufrieron la represión ilegal, en Molinos Río de la Plata de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y en Vicentin Avellaneda, Santa Fe.

En Molinos Avellaneda, propiedad de Bunge & Born, fueron en principio víctimas de delitos de lesa humanidad 26 compañeras y compañeros: Francisco Fernández, Rubén Mataboni, Eduardo Rosen, Roberto Ribolta, Héctor Vidal y su esposa María Inés Ávila, Humberto Dippólito, Juan Carlos Pasquarrosa, José Jacinto Pasquarrosa, Héctor Dadin Vasere, Avelino Freitas, José Luis Salazar, Carlos Robles, Alfredo Patiño, Carlos de Jesús Espíndola, Santos Ojeda, Ricardo Avelino Almaraz y su esposa Celia Arzamendia, Graciela Vitale, Juan Omar Durante, José Vega, Marcos Augusto Vázquez, Jorge Luis Gurrea, René Albornoz, su esposa Elba Noemí Musaschio y Paula Noemí Albornoz Musaschio, hija de ambos, quien fuera apropiada cuando tenía 6 meses de edad, luego de la desaparición de sus padres.

En Vicentin Avellaneda, Santa Fe, la complicidad empresarial fue total, habilitando las instalaciones al régimen para la represión ilegal. Fueron detenidos compañeros trabajadores dentro de la fábrica sufriendo posteriores torturas.

A pesar de la represión extrema, la clase trabajadora argentina no dejó de luchar, tanto en forma subterránea dentro de las plantas, como con movilizaciones hasta desembocar en el gran paro y marcha de la CGT del 30 de marzo de 1982 por aumentos salariales, por condiciones de trabajo, por la liberación de los detenidos y por la recuperación del estado de derecho.

Las consecuencias del Proceso de Reorganización Nacional de la Junta son profundas y permanecen marcando la vida de nuestro pueblo hasta el día de hoy. Pero también persiste la organización y la voluntad de lucha de la clase trabajadora. Nuestra Federación continúa representando a nuestras compañeras y compañeros trabajadores detenidos desaparecidos. Aún no se ha dado respuesta sobre su paradero, por lo que nuestra organización sindical tiene la obligación de representarlos, ya que esa representación no ha cesado sino que por el contrario existe un deber ético de nuestra entidad para con ellos y sus familiares. En ese marco, somos querellantes en la causa de lesa humanidad que investiga la responsabilidad empresarial de Bunge & Born y su accionar ilegal en Molinos Río de la Plata Avellaneda.

En el mismo año en que se cumplen 4 décadas de la recuperación de la democracia, es importante sostener la memoria, ante una nueva oleada negacionista que busca instalar una amnesia generalizada que habilite volver a atacar al movimiento obrero y acabar con todos nuestros derechos: los que no pudieron eliminar en los 70, y los que logramos recuperar en estos años de lucha. Lo vemos en nuestro presente: se multiplican los discursos anti sindicales, que buscan criminalizar a dirigentes y activistas y tender un manto de olvido sobre los crímenes de la dictadura.

Hoy la ideología de los militares de los 70 de represión, de persecusión y de silenciamiento al movimiento obrero está representada, dentro de la democracia, por partidos claramente contrarios a los trabajadores, como los liberales y los de la derecha.

A 47 años del golpe genocida, ante esa nueva ofensiva reafirmamos nuestro compromiso por un movimiento obrero con más democracia sindical, conciencia de clase y defensa plena de todos los derechos de las y los trabajadores, y por todas las compañeras y compañeros desaparecidos, reclamamos Memoria, Verdad y Justicia.

No olvidamos ni perdonamos.

Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.