1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores
Desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina extendemos nuestro saludo fraternal en este día a nuestras compañeras y compañeros aceiteros y desmotadores, a sus familias y al conjunto de la clase trabajadora.
El 1º de Mayo es un día de celebración obrera, de reflexión, memoria y lucha.
Tiene su origen en un Congreso obrero internacional realizado en 1889 en París, Francia, para reivindicar y proyectar a nivel internacional la ardua pelea por la jornada laboral de ocho horas, y homenajear a los compañeros injustamente procesados y ejecutados en la ciudad de Chicago por levantar esta bandera. Desde 1890 la clase trabajadora argentina la conmemora junto a los trabajadores de todo el mundo, en lo que se ha convertido en la fecha más importante de origen no religioso a nivel global.
Los condenados en Chicago eran obreros gráficos, textiles, periodistas, carpinteros, panaderos, inmigrantes. En sus figuras se sintetiza la memoria de inmunerables compañeras y compañeros que antes y después, lucharon y lo entregaron todo, hasta la vida, por la causa de la clase trabajadora. Es una historia que continúa hasta el día de hoy.
El presente nos encuentra enfrentando un presente de tremenda gravedad. La irrupción de la pandemia del Covid-19 en 2020 desató una crisis global cuyas consecuencias económicas, sanitarias, políticas y sociales aún no terminan de visualizarse con claridad. En nuestro país, al igual que en buena parte de la región, agravó una situación deteriorada por las políticas neoliberales que hace años atacan los derechos de la clase trabajadora y deterioran las políticas públicas de bienestar y cuidado de las mayorías populares.
En Argentina hoy el 50% de los trabajadores registrados tiene salarios de pobreza, y entre quienes trabajan sin una relación formal la situación es aún peor. Además, según los datos oficiales del INDEC, se registró en nuestro país en el cuarto trimestre del 2020 una tasa de desocupación del 11%.
Hoy las trabajadoras y los trabajadores de nuestra organización gremial tenemos una situación diferente. Gracias a nuestra lucha de muchos años, siempre con el eje de nuestra política gremial en el Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición legal en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, tenemos un salario que dignifica a los trabajadores.
Pero la lucha continúa. Porque seguimos peleando contra las patronales que atacan al Convenio Colectivo de Trabajo, que quieren doblegar a los trabajadores y ponerlos en convenios más desfavorables. Porque la lucha no se agota en el salario, también es por condiciones laborales, por la efectiva implementación de los Comités Mixtos de salud y seguridad laboral que garanticen la vida y la integridad psicofísica en los ámbitos laborales, por la eliminación del sistema de contratistas que precariza a los trabajadores, por la democracia sindical con la efectiva participación de todas las compañeras y los compañeros.
Y la lucha continúa también para fortalecer la conciencia de clase trabajadora. Debemos ser siempre solidarios con nuestra clase y más aún en estos tiempos en que, bajo el amparo de la crisis, las patronales intentan golpear una y otra vez los derechos laborales y sindicales.
Porque sin esa conciencia y sin ese horizonte colectivo, tendremos que volver a presenciar cómo algunos trabajadores terminan defendiendo a empresarios que se enriquecen a expensas de su pobreza. Ese triste espectáculo no puede ser otra cosa que el prólogo de retrocesos que, para aceiteros y desmotadores, significarían volver a las décadas de explotación y miseria.
Es nuestro deseo que todos los trabajadores entendamos que la lucha es colectiva, no individual. Que debemos construir organización y empoderar al movimiento obrero para que gobierne quien gobierne podamos defender a nuestra clase, luchando, reclamando e impulsando políticas que rompan con este modelo injusto que hace más de 40 años descansa sobre las finanzas y el capital ficticio, en una burbuja cada vez más alejada de la producción y la economía real.
Las trabajadoras y los trabajadores somos quienes día a día y en cada uno de los momentos más graves de la crisis continuamos garantizando la salud, la alimentación, el transporte, la exportación y cada servicio importante y esencial. Sin embargo las élites continúan presionando por medidas signadas por la ortodoxia y el capital financiero, que empujan a descargar sobre el trabajo todas las consecuencias.
Desde nuestra organización gremial, reafirmamos que a la crisis se la enfrenta con salarios mínimos vitales de acuerdo a su definición constitucional y legal para la vida digna de cada familia trabajadora, con pleno empleo y paritarias libres. Con el recuerdo de los compañeros de Chicago en nuestra memoria y la de tantas y tantos otros, queremos brindarles hoy nuestro abrazo fraternal en este día internacional de lucha.
Nadie se salva solo. ¡Viva la clase trabajadora!
Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.