Tras una semana de huelga y a pedido de las empresas, Trabajo dictó la conciliación obligatoria
Después de una semana de huelga y de declaraciones rimbombantes sobre su voluntad negociadora, las cámaras empresarias del complejo oleaginoso CIARA, CIAVEC y CARBIO decidieron esta mañana solicitar al gobierno nacional la conciliación obligatoria.
La Secretaría de Trabajo de la Nación -que pudo hacerlo de oficio, pero sólo actuó a pedido de las empresas- dictó la conciliación obligatoria y abrió un período de 15 días hábiles de negociaciones. Además, convocó a una primera audiencia este miércoles 14 de agosto a las 11 horas en su sede de Callao 114 de la Ciudad de Buenos Aires.
La resolución ministerial demuestra lo falso del planteo de la CIARA y las empresas respecto a que éramos los sindicatos los que nos negábamos a concurrir a una mesa de negociaciones. Demuestra también su accionar especulativo, que permitió que la huelga se prolongue una semana con el fin de sacar otro tipo de beneficios en una pulseada con el Gobierno, ajena a los trabajadores aceiteros. Fue el mismo comportamiento que siguieron en 2015 y 2020.
Tal como lo hicimos siempre y según la legislación nacional, seguiremos dialogando en defensa de un Salario Mínimo Vital y Móvil que garantice las necesidades que se establecen en la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión.
Nuestro reclamo es el mismo de siempre, un salario fijado por las necesidades de los trabajadores y no por el mercado. En esa disputa del trabajo con el capital se hizo necesario ejercer nuestro derecho constitucional a la huelga en defensa de nuestros ingresos.
Las patronales pretenden mostrarnos como trabajadores que “ganan mucho”, cuando estamos reclamando 1,5 millones de pesos para el que ingresa a trabajar. ¿Cuánto ganan los gerentes, los empresarios, los políticos que votaron las leyes antiobreras recientemente? ¿Cuánto ganan las multinacionales aceiteras que fugan del país el fruto de nuestro trabajo? ¿Ya no somos tan importantes como fuimos durante la pandemia, en que desde el primer día trabajamos exponiéndonos y sufriendo la pérdida de compañeros?
La realidad de la clase obrera argentina es la que nos llevó a una huelga de una semana, que seguramente continuará si las patronales insisten en su posición de recortarnos nuestros salarios. Y decimos que si es necesario, continuará, porque tenemos la obligación de cumplir con el mandato que más de 250 delegadas y delegados de todo el país le dieron a las conducciones de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo para defender el salario y las condiciones laborales.
La fuerza obrera y la voluntad de las y los aceiteros de todo el país nos llena de orgullo, y nos da la seguridad de que no permitiremos que nadie nos quite lo conseguido con nuestro esfuerzo diario y con muchos años de lucha. No estamos dispuestos a entregar ni un sólo derecho, ni una sola necesidad de nuestras familias para que se incrementen las ganancias del capital.
No aceptamos el ajuste que viene sufriendo la clase trabajadora argentina, y contra eso levantamos nuestra voz y hacemos uso de nuestra principal herramienta obrera, la huelga.
Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del Departamento San Lorenzo.
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA).