Desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina queremos saludar fraternalmente a todas las compañeras y compañeros trabajadores aceiteros.

Conmemoramos en esta fecha el 29 de octubre de 1947, día clave de nuestra historia obrera, porque fue entonces cuando los sindicatos aceiteros de la época fundaron nuestra organización gremial de segundo grado, buscando unir fuerzas para alzar un único puño en la lucha y avanzar en la conquista de todos los legítimos derechos que nos corresponden como trabajadoras y trabajadores.

Y así nació nuestra Federación, con el esfuerzo, la voluntad y la conciencia de las compañeras y compañeros que trabajaron para conformarla, iluminados por el calor de aquellos años de grandes huelgas y victorias de la clase trabajadora. En ese marco, contaron con el apoyo de la compañera Eva Duarte, que los respaldó enérgicamente en la tarea.

Hoy, décadas más tarde y en una época muy diferente de nuestro país y del mundo, los objetivos fundamentales que los inspiraron continúan vigentes. Persiste la necesidad de construir y fortalecer organización obrera ante la contradicción fundamental entre el capital y el trabajo. En todo el planeta se vive una importante crisis económica, política y social que profundizó y aceleró la crisis sanitaria de la pandemia, de la que apenas empezamos a salir. Y en ese marco, las patronales y el poder económico buscan avanzar una vez más sobre nuestros derechos.

En nuestro país, la fuerza política que más transparentemente representa a las patronales está haciendo campaña impulsando eliminar la indemnización, atacando la protección contra el despido arbitrario y la estabilidad en el empleo, como primer paso de una nueva reforma laboral que precarice y debilite aún más a la clase trabajadora argentina, aumentando la desigualdad y buscando concentrar en unos pocos actores económicos la riqueza creada en la reactivación de la post pandemia.

Ante esta coyuntura la respuesta está una vez más en nuestras propias manos. Porque si nuestra organización recuperó en esta última década el espíritu combativo y el protagonismo ante el conjunto de la clase obrera que durante demasiado tiempo había quedado en el olvido, fue gracias a la unidad, a la solidaridad y a la conciencia de cada una y cada uno de ustedes, compañeras y compañeros aceiteros, que se han ubicado al frente de todas las luchas y las huelgas ante cada desafío que hemos enfrentado.

Fue la voluntad organizada del colectivo obrero aceitero la que poniendo el cuerpo, el pensamiento y el corazón, logró conquistar y defender la democracia sindical, el Salario Mínimo Vital y Móvil según la Constitución Nacional y la Ley de Contrato de Trabajo, las categorías y el Convenio Colectivo 420/05, la salud y la integridad psicofísica y cada una de las conquistas y derechos obtenidos en estos últimos años.

Lo volvimos a demostrar en la Huelga Nacional en la Industria Aceitera y de Exportación de Granos de diciembre de 2020, donde una vez más se obtuvo una enorme victoria gracias a cada compañera y cada compañero que luchó con conciencia del valor de su fuerza de trabajo en cada planta y sector de trabajo del país.

Ese es el camino. Ante la prepotencia patronal, ante la falta de reacción de un Estado en crisis, la única garantía de nuestros derechos continúa estando en nuestras propias manos, las del colectivo obrero.

Por eso, compañeras, compañeros, hoy tenemos mucho que festejar. Extendemos nuestro abrazo fraternal para toda la familia aceitera que hoy puede celebrar nuevamente el reencuentro con alegría y orgullo, y la emoción por el recuerdo de los compañeros que como Horacio Zamboni y Julio Dutra continúan estando con nosotros y son para siempre parte de nuestra historia.

¡Feliz día compañeras!

¡Feliz día compañeros!

¡Viva la clase obrera!

Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.