6A: Huelga por una vida digna
Publicado el 7 de abril de 2017 por CTA Autónoma Santa Provincia de Santa Fe | Por Sofía Alberti* | Por la tarde del seis de abril, en plena jornada de huelga nacional, los trabajadores del Sindicato Aceitero de Rosario realizaron una asamblea en la planta que Cargill tiene en Villa Gobernador Gálvez. Una comitiva de la CTA Rosario participó de la asamblea que se planteó la continuidad de la defensa del salario mínimo, vital y móvil, la construcción de la unidad, la solidaridad con otros sectores en conflicto y la batalla cultural en los lugares de trabajo contra el bombardeo mediático antiobrero.
La huelga es lucha, alegría y convicción. Eso transmitieron los aceiteros que en todo el país se sumaron al paro nacional contra el ajuste. Llegaron a Villa Gobernador Gálvez desde otras fábricas de la zona en camionetas y motos, muñidos de banderas naranjas y energía para hacer de la asamblea general un hecho histórico. Cantaban, se abrazaban, festejaban la gran muestra de fuerza que dieron como gremio y la victoria de la concreción de un paro que reclamaban junto a otros sectores hace tiempo. Y lo reclamaban siendo parte de la CGT que, presionada por las bases el 7 de marzo, tuvo que ponerle fecha a la medida.
En la asamblea realizada bajo un sol radiante en las puertas de Cargill, tomaron la palabra los dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR) y de la Federación Aceitera (FTIODyARA), Adrián Dávalos y Daniel Yofra. Además, el Secretario General de la CTA Rosario, GustavoTerés, fue invitado a brindar unas palabras a los cientos de aceiteros.
El valor del ejemplo
Al iniciar la instancia deliberativa, Yofra presentó a Terés con palabras de elogio. “En los noventa él nos llevó a la calle, fue uno de los compañeros que nos dijo el camino y hoy sigue vigente en Rosario. Es importante que nos diga su punto de vista, es un tipo muy preparado, por ser maestro y padecer a los gobiernos de turno que cada vez desprestigian más a los maestros. En mi infancia eran mi ejemplo a seguir de cómo vivir dignamente y hoy los gobiernos se encargan de desprestigiar a quienes le enseñan a nuestros hijos el camino de la dignidad”, expresó el dirigente de la FTCIODyARA.
Conmovido por las palabras de Yofra, Teres, quien además dirige el sindicato docente Amsafe Rosario, destacó la generosidad de todos los aceiteros y la capacidad de construir un tipo de organización que lleva a que “cuando uno habla de aceiteros no habla solo de los dirigentes, sino de un conjunto de trabajadores que son vanguardia a nivel nacional”.
A modo de repaso histórico, el referente de la CTA recordó que en los años noventa había 24 afiliados en Dreyfus (otra de las gigantes aceiteras). Allí un puñado de obreros de base, entre ellos Yofra y Dávalos sostenían con la solidaridad de otros trabajadores y estudiantes los bloqueos que garantizaban la huelga. “Estos trabajadores empezaron a construir desde abajo y tienen que agradecer que esa experiencia haya cristalizado y crecido gracias a la voluntad política y la decisión de todos ustedes. Cada vez que tomen una decisión piensen en el origen del sindicato, en la firmeza y voluntad de lucha de esos compañeros y no se van a equivocar”, expresó.
Tras enumerar los diferentes sectores en conflicto en todo el país, definió la jornada como “un día de fiesta, porque es un día de lucha. Hoy la clase obrera dio un pasito adelante, triunfó porque el paro nacional ha sido un éxito”. Denunció la reconversión productiva y la revisión de los convenios colectivos de trabajo que lleva adelante el macrismo, para mediante la precarización y el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo, seguir aumentando el margen de ganancia de los sectores concentrados de la economía.
Sobre la situación de la dirigencia sindical explicó que en Rosario “no hubo un acto único, pero lo vamos a empujar, necesitamos la unidad que nos de fortaleza, no importa el lugar de cada uno en un palco, importa lo que podamos hacer en unidad para frenar esta ofensiva contra el movimiento obrero organizado. Mientras existan trabajadores, existirá lucha”.
Grieta de clase
Con sencillez y claridad, el Secretario General de la Federación Aceitera y adjunto del SOEAR, Daniel Yofra expuso su análisis del paro y lo que viene. “Es histórico que esta CGT que no está acostumbrada a hacer paros, que no sabe cómo hacer paros, lo haya hecho gracias a la presión de los trabajadores que han demostrado que tienen ganas de pelear, porque tienen necesidades. La grieta de la que se habla, no tiene que ser entre nosotros, sino con esa clase que nos desprecia. Y esa grieta nunca se tiene que unir, porque ese día será porque estaremos arrodillados como trabajadores. Eso es lo que quieren. Salieron a relucir ese odio de clase que ellos tienen, y yo también lo tengo, porque no podemos creer que esa clase nos quiera nunca, porque nunca nos quiso y nos llevó a la esclavitud, y vienen por nuestros derechos como en los ´90 y en el 2000”, sentenció.
Segmento especial tuvo la lucha de ideas en cada discurso. El bombardeo mediático contra el paro y la dirigencia sindical cala hondo en muchos sectores, incluido el de trabajadores. Por eso la charla en cada fábrica, el debate y la exposición de argumentos se torna fundamental. “Es mentira que quienes tenemos el coraje de parar no queremos el país: los que no lo quieren son los que lo vendieron, los que tienen cuentas afuera, los que se enriquecieron a través de la política, los dirigentes sindicales que son más empresarios que los empresarios. Queremos el país, pero un país más justo, que nos incluya a todos, donde la fiesta de los gobernantes no la tengamos que pagar siempre los trabajadores. Vamos a pelear por eso en esta paritaria y en las que vengan. Nosotros queremos tener una vida digna y por eso peleamos hace mucho tiempo, desde 2004 con el aporte del abogado y luchador Horacio Zamboni”, expresó.
Acerca de la autonomía de los partidos políticos, los gobiernos y las patronales, Yofra definió: “Nuestro partido son los trabajadores”. Por eso consideró necesario trabajar para lograr la democracia sindical en todos los sectores, para que los buenos trabajadores de las bases accedan a esas direcciones que hoy no los representan. “No tengamos vergüenza de pelear por el futuro de nuestra familia, lo que nos corresponde, hay gente que dejó la vida, compañeros desaparecidos, que estuvieron presos por eso. ¡Sigamos luchando compañeros!”.
“Nacimos y moriremos con la base”
Adrián Dávalos, Secretario General del SOEAR, tuvo la parte más agitadora de los discursos. Hizo explotar en cánticos, aplausos y expresiones de fuerza a los aceiteros presentes en varias ocasiones. Recordando hechos históricos como el Rosariazo y el Cordobazo analizó que “si hay un gobierno que le saca los recursos directamente de los trabajadores para el 10% más rico, seriamos muy boludos si no hacemos un paro”.
Consideró que leído en clave histórica los integrantes del actual gobierno “son los mismos que le dieron los fusiles a los milicos en los 70, los mismos que les robaron las tierras a los indios, los mismos que mataron obreros en la Patagonia Rebelde y la Semana Trágica. ¿Qué carajo le importa a ellos si se mueren los pobres?”.
Sobre la necesaria solidaridad de clase explicó que si bien los aceiteros sostienen al día de la fecha el salario mínimo y vital, eso no podrá mantenerse “si miramos hacia el costado cuando un docente o un trabajador cualquiera la está pasando mal. Es necesario seguir hablando de la conciencia política, porque si nos guía solo la conciencia económica, a la larga vamos a perder todos”.
“Nacimos de la base y si tenemos que morir, moriremos con la base. Vamos a dar pelea aunque tengamos que dejar la sangre en el camino”, arengó Dávalos y convocó a los trabajadores a estar alertas en el marco de la negociación paritaria que se avizora dura.
Al final, los obreros de base tomaron la palabra. Fue un momento muy emotivo, donde incluso trabajadores tercerizados contaron pormenorizadamente cómo les cambió la vida haber pasado al convenio aceitero. “Yo volvía a casa con los bolsillos llenos de grano y veneno, me sentía mal, ahora tengo dignidad”, expresó uno de los recientemente conveniados.
Así con la mística, la unidad, la defensa del salario, la tarea de tener paciencia y seguir discutiendo con cada compañero y compañera, los aceiteros transitaron su jornada de huelga. Y la compartieron con compañeros de otros sectores, demostrando que la unidad de acción es la que forja historias de lucha entre gremios, fortalece lazos atados en la conciencia y permite parir experiencias sindicales de la que toda la clase puede sentirse orgullosa.
Nota y fotos: Sofía Alberti, Comunicación CTA Rosario.