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Nuestro saludo fraternal a todas las compañeras y compañeros

29 de Octubre, Día del Trabajador Aceitero

Hoy nuevamente se conmemora el Día del Trabajador Aceitero. Se celebra el 29 de octubre porque es la fecha en la que se realizó, en 1947, el primer Congreso de nuestra Federación.

Casi 70 años pasaron.

Ser aceitero hoy tiene mucho significado.

Conlleva primero lo que compartimos con todos los trabajadores: el esfuerzo del trabajo. Saber lo que es ir a ganarse el pan cada día. Las largas horas, los momentos con los compañeros, el reencuentro en el hogar con la familia. Las muchas limitaciones y la arbitrariedad de la patronal. Darse la cabeza contra la pared y no entender mezquindades ni miserias. Apretar los dientes y un día ponerse de pie y reivindicar la dignidad del trabajador. 

Las pequeñas luchas y las grandes. Los logros menores y las victorias fundamentales.

Ser aceitero hoy, en esta Federación particularmente, significa para todos nosotros otras cosas también. 

Significa practicar, porque se defendió cuando hubo que hacerlo, la democracia obrera. 

Significa la dignidad del salario mínimo vital y móvil para cada una de nuestras compañeras y compañeros, y para nuestras familias, y el orgullo de haber hecho la gran Huelga de los 25 días para volver a conseguirlo.

Significa haber ido más allá de lo económico, discutir cómo trabajamos, las paritarias de interpretación de las categorías para terminar con la arbitrariedad, lograr los Comités Mixtos de higiene y seguridad para nuestra salud y nuestra vida. 

Significa la solidaridad con nuestros compañeros aceiteros, movilizándonos miles de kilómetros para bancar conflictos; con nuestros compañeros desmotadores, por quienes lanzamos una huelga para la victoria en su paritaria. 

Ser aceitero hoy significa ser activos protagonistas de la historia presente del movimiento obrero. 

Esta historia que no empezó con nosotros y no terminará cuando ya no estemos. Hubo compañeros que lo dieron todo, hasta la vida, luchando por lo mismo que nosotros. Si miramos con perspectiva parece increíble lo que logramos en pocos años. 

Ya lo hemos dicho. Los logros no están escritos en piedra. El camino es largo y sinuoso. Tenemos que estar atentos y preparados para cuando vuelva a llegar el momento de las definiciones. Y no olvidar nunca que hay otros compañeros trabajadores que están pasando un mal momento, como los despedidos, los precarizados, los que tienen salarios que son muy inferiores al salario mínimo vital y móvil según su definición legal. 

Cada vez que logramos una victoria no es sólo nuestra: es de toda la clase. Mostrar que se puede luchar y que se puede ganar es un ejemplo para todos los trabajadores, que molesta a todas las patronales. 

Por eso celebremos, compañeras, compañeros.

Por todo lo que hicimos y por todo lo que vamos a seguir construyendo. 

¡Feliz día del trabajador aceitero!

Y como decía nuestro querido compañero Horacio Zamboni,

¡Viva la clase trabajadora, viva la lucha de los trabajadores, viva la unidad obrera!

Comisión Directiva

Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina

F.T.C.I.O.D y A.R.A.

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