Browse By

Horacio Zamboni

Se cumplen diez años del fallecimiento de nuestro compañero Horacio Zamboni.

horacio_zamboni_web_alta_calidad

Cuesta creer que ya pasó una década, y sin embargo sigue tan cercana y presente la figura del compañero entre las y los trabajadores aceiteros y desmotadores del país, en particular para quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.

Quizás sonreiría, con orgullo, al contemplar todo lo logrado por la organización gremial conducida por los compañeros en función de las ideas que propugnaba: primero el Salario Mínimo Vital y Móvil según su definición constitucional y legal, pero también la democracia obrera, la asamblea en fábrica, la salud y seguridad laboral, el ejercicio del derecho de huelga como garantía de defensa de todos los derechos y la conciencia de clase como guía y horizonte.

O quizás frunciría el semblante, miraría profundamente y empezaría a arengar, a cuestionar, a decir que no es suficiente y que nadie debe dormirse en los laureles, que hay que seguir aprendiendo, luchando y construyendo organización y solidaridad obrera ante la dura realidad que nos confronta hoy en nuestro país y en el mundo.

El recorrido de Zamboni junto a la clase comenzó en el cordón industrial del gran Rosario, con los trabajadores petroquímicos del SOEPU desde 1968, los obreros ceramistas y la construcción de la Intersindical Obrera. Su tarea fue interrumpida por la represión creciente: la persecución de la triple A y el encarcelamiento en 1974 a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Marchó al exilio desde la cárcel el 2 de febrero de 1975, antes de que se desatara lo peor del terrorismo de Estado sobre nuestro pueblo.

Luego de la caída de la dictadura cívico-militar volvió al país con su familia y estuvo junto a petroquímicos, ceramistas, bancarios. A fines de los 90 comenzó a participar en las reuniones de la Asesoría Jurídica de la CTA Nacional, donde conoció y colaboró en la formación de muchos abogados jóvenes, algunos de ellos asesores en la actualidad de nuestra Federación. Entrado el nuevo siglo, conoció a los obreros aceiteros de Rosario. Desde el 2004 y hasta el momento de su muerte se estableció una relación profunda, de la cual surgió este proyecto político sindical que se continúa forjando al día de hoy.

Los trabajadores intuitivamente sabemos que nos tenemos que unir para luchar contra el poder concentrado de la patronal. Horacio brindó herramientas fundamentales, ayudó con el cómo y el porqué. Pero en su recuerdo no lo queremos transformar en una estatua de bronce. Horacio es memoria viva y presente y lo recordamos como lo que fue, el viejo cabrón agudo, inteligente y con gran sentido del humor, impaciente, preocupado, crítico.

En el Congreso Extraordinario de nuestra Federación en el invierno del 2011, Horacio dijo que “un día, en la medida que sigamos adelante con la consigna del salario mínimo y vital, todos van a querer ser como los aceiteros, o ya no importará si son los aceiteros, todos van a querer la justicia que garantiza la Constitución y que sólo se consigue con la movilización general y la unidad de los trabajadores”. Y así es. Gracias a la lucha colectiva de todos estos años, en particular con el ejercicio de la huelga en 2015 y 2020, estas palabras resuenan profundamente en las mentes y los corazones de quienes continúan soñando con un futuro de dignidad para toda la clase trabajadora.

Comisión Directiva
Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina
F.T.C.I.O.D y A.R.A.